Acerca de Denominaciones
• Nuestro deseo supremo es conocer a Jesucristo y ser formados a
Su imagen por el poder del Espíritu Santo. No somos una iglesia denominacional,
ni tampoco nos oponemos a las denominaciones como tal.
Acerca de la Confraternidad
• Creemos que la única base verdadera de la confraternidad
cristiana es El amor (Agape), que es más grande que cualquier diferencia que pudiésemos
tener y que sin este, no tenemos derecho alguno de llamarnos Cristianos.
Acerca del Servicio de Adoración
• Creemos que el culto a Dios debe ser Espiritual. Por lo tanto:
Somos flexibles y abiertos al Espíritu Santo para dirigir nuestro culto. Creemos
que el culto a Dios debe ser inspirador. Por lo tanto: Damos un gran lugar a la
música en nuestro culto. Creemos que el culto a Dios debe ser inteligente. Por
lo tanto: Nuestros servicios se diseñan con gran énfasis sobre la enseñanza de
la Palabra de Dios, donde El nos instruye cómo El debe ser adorado.
Acerca de los Frutos
• Creemos que el culto a Dios es fructífero. Por lo tanto:
Buscamos su amor en nuestras vidas como la manifestación suprema que tenemos cuando
lo estamos adorando de corazón. El Propósito de adorar a Dios el Padre, Dios el
Hijo, y Dios el Espíritu Santo (Juan 4:24) es para:
-Construir la Iglesia de Jesucristo a través de la enseñanza de
la Palabra de Dios y la ministración del Espíritu (II Timoteo 3:16-17; I Corintios
12:4-7);
-Para aumentar la fidelidad cristiana “buenos mayordomos de la multiforme
gracia de Dios” (1 Pedro 4:10);
-Para motivar a cada cristiano a alcanzar “la medida de la
estatura de la plenitud de Cristo” (Efesios 4:13);
-Para ser embajadores de Cristo en nuestra comunidad y a las naciones
y para dirigir hombres y mujeres a la fe en Jesucristo como Salvador y Señor (I Corintios 4:20-21; Mateo 28:19-20; Juan 3:16).
Credo de los Apóstoles
Creo en Dios Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra;
y en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor;
quien fue concebido del Espíritu Santo,
nacido de la virgen María, sufrió bajo Poncio Pilatos;
fue crucificado, murió y fue sepultado;
descendió al infierno;
al tercer día se levantó de entre los muertos;
ascendió al cielo, y está sentado a la diestra del Padre
Todopoderoso;
de donde ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la santa iglesia cristiana, la comunión de los santos, el perdón
de los
pecados, la
resurrección del cuerpo y la vida eterna. Amén.